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viernes, 29 de abril de 2011

HUESOS Y COLUMNA VERTEBRAL

HUESOS Y COLUMNA VERTEBRAL
El contenido de calcio en los huesos no depende sólo de una ingesta adecuada de esta sustancia, que en la alimentación normal está asegurada, sino de ciertos factores que hacen que el calcio ingerido se fije realmente en la estructura osea. Uno de los factores favorecedores de este proceso es la energía magnética, por lo que su utilización habitual es importante para la prevención de la osteoporosis, afección cuya incidencia aumenta con la edad en ambos sexos, especialmente en la mujer a partir de la menopausia.
Por otra parte, los efectos del campo magnético sobre las articulaciones vertebrales favorece su correcta nutrición y funcionamiento, lo que supone una eficaz ayuda en los problemas reumáticos y articulares. RECOMENDACIONES DE USO
1o.AGUA MAGNETIZADA Ingerir agua y demás líquidos Adultos: de 1.5 a 2.5 litros repartidos a lo largo del día. Niños: un vaso por cada 10 kilos de peso a lo largo del día.
2o. IMAN ANILLO Apliqúese dos CARA NORTE , uno a cada lado de la zona vertebral afectada de 30 a 40 minutos, dos o tres veces al día. 39 IMANES RECTANGULARES Aplicación local de la cara NORTE en la zona dorsolumbar. Relájese y apoye la palma de la mano derecha sobre la cara norte y la palma de la mano izquierda sobre la cara sur de de 20 a 30 minutos, dos o tres veces al día. Relájese y apoye la planta del pie derecho sobre la cara norte y la planta del pie izquierdo sobre la cara sur de 20 a 30 minutos, dos o tres veces al día..
SISTEMA NERVIOSO
El sistema neurovegetativo (simpático y vago) es el soporte de nuestra vida emocional. Su equilibrio asegura un estado de bienestar, felicidad y armonía personal. En la vida actual, el estrés producido por las condiciones ambientales, el trabajo y las tensiones diarias, mantienen al organismo en una continua excitación, siendo origen de numerosos problemas para la salud.
El BIO-MAGNETISMO, favorece la relajación mental y emocional. Mejora la migraña (dolor de cabeza) como confirma Sandyk (1992) con estudios realizados en el hombre. El mismo autor aconseja su utilización en pacientes con parkinsonismo y certifica que los campos magnéticos atenúan la actividad convulsiva y la frecuencia de los ataques epilépticos.

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