CUIDADO CORPORAL CON AGUA MAGNETIZADA

Podemos empezar por cuidar nuestro cuerpo. En primer lugar mediante los oportunos reconocimientos periódicos, según la edad y sexo, realizados por los médicos. Pero, además, mediante la higiene personal empleando sobre todo AGUA MAGNETIZADA.
El lavado, el baño y la ducha con AGUA MAGNETIZADA ayudan a nutrir la piel y a mantenerla hidratada y suave. Especial importancia tiene el lavado de pies, que previene la formación de hiperqueratosis y durezas. Los enjuagues con AGUA MAGNETIZADA, por la mañana y por la noche, permiten una mejor higiene
bucal y reduce las placas periodontales, como afirman los odontólogos Watt y colaboradores (1993) en sus estudios realizados con agua magnetizada en el hombre. Los lavados nasales con AGUA MAGNETIZADA tonifican la mucosa nasal, por lo que son ideales para los fumadores, a la vez que ayudan a prevenir resfriados y otras enfermedades respiratorias. Para la belleza femenina el AGUA MAGNETIZADA juega un papel importante. El uso de compresas de
AGUA MAGNETIZADA facilita el desmaquillaje Además, si se pulveriza sobre la
cara durante breve tiempo antes de acostarse, tonifica la piel y ayuda a prevenir la aparición de arrugas.